Ruayer-Puerto de Vegarada

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Datos básicos

18.8 Km
Media
6 h
Circular

Descripción del recorrido

Como una constante en gran parte de las rutas asturianas de montaña, los principales valores o atractivos de esta ruta residen en los bosques autóctonos, las cabañas, los paisajes, y las muestras del uso agrario tradicional, culminando en unas vistas generalmente grandiosas en cualquiera de los puertos que separan la provincia asturiana de la vecina de León. En este caso, además, es uno de los puertos más altos de la región, y el hecho de tener su acceso motorizado limitado, hace más interesante el trayecto.

La ruta es cómoda de caminar, pero hay que tener en cuenta que salva un fuerte desnivel, con continuas curvas de herradura, y algunas pendientes muy fuertes. También es frecuente incluir esta subida en numerosas rutas ciclistas de mayor recorrido, y emplearla para acceder a zonas, en invierno, donde realizar esquí de travesía o caminatas con raquetas para nieve. No en vano, se encuentran tan cerca las estaciones de esquí de San Isidro, Riopinos o Fuentes de Invierno.

Atención ruta de montaña. Las dificultades y tiempos citados en la descripción están orientados para su realización en ausencia de nieve. Con nieve, hielo o frío intenso no aventurarse en ella sin el equipo adecuado o sin los conocimientos básicos de alpinismo.


Ruayer - Fonfría

Comenzaremos la ruta en la allerana localidad de Ruayer, o Río Aller, tras haber atravesado previamente con nuestro vehículo las estrechísimas foces del río Aller, un breve pero cerrado paso abierto por el río en la roca caliza, poco antes de llegar al citado pueblo.

Un buen sitio para dejar el coche es dentro del pueblo de Ruayer, en una pequeña plaza con abrevadero donde llenar la cantimplora. Las vistas desde el propio aparcamiento ya prometen, con el frondoso arbolado y el angosto valle que asciende.

La carretera misma que con tanta pendiente atraviesa el pueblo se transforma en una pista ancha, que deberemos seguir, estando atentos en nuestro mapa interactivo a los numerosos cruces, paso de riegas y accesos a zonas de cabañas, principalmente ganaderas.

Iremos por la ladera izquierda, algo desprotegidos de la vegetación arbórea, aunque acompañados de avellanos, y castaños. A medida que avancemos, esto será algo intermitente, dando el relevo a hayas, y no perderemos de vista (ni de oído) el río Aller, que va formando pequeños saltos de agua por el irregular terreno.

A nuestro paso iremos encontrando un rosario de cabañas, la mayoría en uso, pues la ganadería es actividad importante en el valle, y no será raro que compartamos el camino con caballos, o vacas, sin que ello suponga problema alguno.

Al llegar a la primera curva cerrada a la derecha cruzaremos el cauce principal del río, aquí también conocido como río Carbayalín, por el puente Arenal. Aún habremos de cruzar de nuevo este cauce, y numerosas riegas especialmente en época de lluvias.

Antes habremos atravesado El Arenero y Bocaína y enseguida pasaremos junto a La Corra, Praal y un sin fin de cabañas más sin nombre que salpican el paisaje.

Fonfría - Vegarada

En la zona denominada Fonfría, encontraremos una encrucijada de caminos, uno de los cuales será el de ida, y si el tiempo lo permite y hemos quedado con fuerzas tras el ascenso, el otro podría ser una alternativa para el de vuelta.
Hasta aquí, el camino es compartido con la ruta de Las Foces del Pino, también disponible en Naturapps y que comunica las foces del río Pino con las del río Aller.

Pasado Fonfría, que no es sino un área abierta con varias cabañas esparcidas, y a lo largo de aproximadamente un kilómetro atravesaremos un frondoso bosque, antes de llegar a otro curioso conjunto de cabañas, el Mayeu de Carbayalín, donde podremos leer: “Estás en Carbayalín, si no te gusta Carbayalín tira por otru camín”.

Seguimos unos metros, con la sonrisa puesta por el simpático cartel, y cruzamos de nuevo el río Aller, para acceder a la Vega de Abajo, otro conjunto de cabañas que vigilarán el repecho que ahora afrontamos, y que nos acerca a una pequeña y pintoresca capilla.

Al alcanzar la zona, conocida como La Brañuela nos encontraremos en un cruce de caminos donde si queremos proseguir hacia el puerto hemos de continuar a la derecha. Este será el punto en el que a la vuelta decidiremos si desandar el camino o alargar un poco la jornada regresando por Braña Caniecha.

Camino del puerto y aprovechando la revuelta de este repecho que nos obliga a mirar “atrás” podemos ver parte del camino andado, hacia abajo, y los picos de Peña Redonda (1.836 m) y Peña Panda (1.790 m) hacia el noroeste, y La Cabritera (1.913 m), Jeje (2.064 m) y Nogales (2.074 m) hacia el nordeste.

En esta altura la vegetación de porte elevado ya escasea, y va dando paso al matorral y la vegetación herbácea, tanto por la altitud como por la acción del ganado, mostrando un paisaje ralo que nos acompañará hasta el destino final. Pero antes, encontraremos otro curioso conjunto de cabañas, ya casi arriba, conocido como Vega La Reina, antesala de “la raya” del cambio de provincia.

Unos metros más allá encontraremos el antiguo Mesón, hoy centro de turismo rural.

Regreso

Ofrecemos dos alternativas de vuelta, en función del tiempo que nos haya tomado la subida, o del cansancio que hayamos acumulado. La opción más cómoda es volver por el mismo sitio. Pero si tenemos fuerzas, tiempo o curiosidad, podemos tomar el ramal de la derecha en la curvona de La Brañuela, hacia el collado Caniecha, que se asoma a la cabecera del río Pino, y se deja caer de nuevo hacia nuestro valle, por la Camperina, hasta llegar de nuevo a Fonfría, cerca del comienzo de la ruta.